Los médicos del hospital de Glasgow (Escocia) han presenciado la resaca más duradera de la historia. Cuando este hombre de 37 años se presentó en las urgencias quejándose de su visión borrosa, y una jaqueca que parecía no tener fin, los médicos se quedaron muy sorprendidos. El paciente, que se ha mantenido el anonimato, no tenía un historial médico que reflejase lesiones cerebrales ni pérdida del conocimiento. "Es más, su pasado en lo que a su salud se refiere era impecable", cuenta la doctora Zia Carrim. Todos los parámetros vitales y neuronales eran normales.
Sin embargo, cuando entró en acción el oftalmólogo, todo comenzó a estar un poco más claro, al menos para los médicos. Este reconoció en el ojo del paciente las mismas hemorragias que se producen cuando se bebe demasiado. En este momento los médicos asistieron a la escalofriante revelación: el hombre se había bebido 60 pintas de cerveza (más de 35 litros) en 3 días, como consecuencia de una crisis sentimental. Esto le había conducido a una estraña condición catalogada por los médicos escoceses como "cerebral venous sinus thrombosis". Como hubiera sentenciado uno de los médicos ayudantes del doctor House, un escáner de los vasos sanguíneos del cerebro contrastó el diagnóstico
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