martes, 27 de septiembre de 2011

Ejemplo de que no hay nada nuevo

Diálogo entre Colbert y Mazarino hace 4 siglos, durante el reinado de Luis XIVde Francia:


Colbert: Para conseguir dinero, hay un momento en que, engañar [al contribuyente] ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta al cuello…
Mazarino: Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión. Pero el Estado… ¡¡¡cuando se habla del Estado, eso ya es distinto!!! No se puede mandar el Estado a prisión. Por tanto, el Estado puede continuar endeudándose. ¡Todos los Estados lo hacen!
Colbert: ¿Ah sí? ¿Usted piensa eso? Con todo, precisamos de dinero. ¿Y cómo hemos de obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?
Mazarino: Se crean otros.
Colbert: Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.
Mazarino: Es cierto, eso ya no es posible.
Colbert: Entonces, ¿sobre los ricos?
Mazarino: Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, si.
Colbert: ¿Entonces cómo hemos de hacer?
Mazarino: ¡Colbert! ¡¡¡ Tú piensas como un queso de gruyere o como el orinal de un enfermo!!! ¡¡¡ Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres !!! Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. ¡Es a esos a los quedebemos gravar con más impuestos…, cada vez más…, siempre más! ¡¡¡Esos, cuanto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos!!! ¡¡¡ Son una reserva inagotable!!!

PD.- El cardenal Mazarino fue el sucesor del conocido Cardenal Richelieu. En poco mas de 10 años amasó una enorme fortuna (unos 35 millones de libras) se cree que a base de especular con los fondos del Estado o el valor de las monedas, y con jugosas comisiones obtenidas, a través de testaferros, sobre el aprovisionamiento de los ejércitos.
Mazarino era italiano de nacimiento, hijo de un siciliano, naturalizado después como francés y jesuita formado en España. Menudos ingredientes para un buen cocido.
Sería como un Berlusconi, reconvertido a francés y formado en la escuela española de contadores de nubes.